¡Que no cunda el pánico! No se trata de que nos resistamos a que haya terminado la Navidad a costa de seguir haciendo postres navideños hasta el año que viene, noooooo.
En realidad, más bien tiene que ver con el ajetreo típico de esas fechas, que unido a unos problemillas técnicos con el ordenador, nos ha mantenido alejados del blog algo más de lo recomendable.
Afortunadamente, los problemas han sido solventados, y vamos a enseñaros una trata que preparamos en Navidad. El diseño era muy sencillo, pero a la vez muy navideño y muy bonito.
¿Puede haber algo que evoque más la Navidad que la nieve y una ramita de acebo? Pues eso, sencillo, pero muy resultón. Yo no estaba muy convencida de hacer una tarta en Nochebuena, porque con las comilonas, los turrones y demás, me parecía un poco excesivo, y ciertamente el dia de Nochebuena ni la probamos. Pero al dia siguiente, no hubo piedad, y no llegó a sobrevivir a él, ni tan siquiera un trocito pequeñín.
El bizcocho era de vainilla, con una crema de vainilla y mermelada de cereza negra, cubierta de fondant de chocolate, y la combinación era bastante ligera, y muy rica.
Pero pese a todo, las Navidades ya se han acabado, y con todo nuestro dolor de corazón, hemos retirado todos los adornos de Navidad (bueno, menos el adorno típico que todos los años se queda camuflado en alguna parte escondida, y que solo aparece cuando ya lo has guardado todo, con lo que se queda rodando por la casa hasta las siguientes Navidades) y ya hemos vuelto a la rutina, con nuevos encargos de temas variados, que os enseñaremos próximamente.
¡Esperamos veros pronto por aquí!
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