lunes, 17 de septiembre de 2012

New York, New York, mi hometarta New York

Que noooo, que no me he ido de viaje a la gran manzana, que más quisiera yo que estar de vuelta de un buen viaje de esos de dos semanas de despiporre y mínimo 6 horas de avión. Pero la cruel realidad es que este verano he estado más inmóvil que una lechuguita en su huerto, así que no van por ahí los tiros.

Un chico muy guapo cumplia 10 añitos hace un par de sábados, y para celebrarlo, le hicimos una tarta muy a su gusto, con grandes edificios, y que mejor tema para eso que Nueva York. Así que nos pusimos manos a la obra, que si un Empire State por aquí, una estatua de la Libertad por allá, un edificío Chrisler por acullá... y Hyde Park, el puente de Brookling... vaya, que nos quedó una tarta de lo más concurrida.


Solo nos han faltado los famosos taxis (conste que quería haberlos puesto, pero ya no había sitio en la tarta). En fin, lo dejaremos para cuando hagamos otra más grande, de dos pisos, jajaja.




La tarta era de bizcocho de chocolate relleno de mermelada y crema de frambuesa, un clásico que encanta a los más pequeños.


La cobertura de ganache de chocolate y fondant y las figuras alrededor de la tarta en gumpaste.



La verdad es que nos quedamos con las ganas de hacer unas galletas del Empire State y de la estatua de la Libertad, pero no hubo tiempo. Es una pena, porque seguro que hubieran quedado genial. Bueno, lo dejaremos entre las cosas pendientes de "galletizar".

La verdad es que llevo como una semana queriendo poner esta entrada, pero como estamos hasta arriba de trabajo, no he podido ponerme antes.

Dentro de nada, haremos más entradas nuevas, con galletas de bautizo, de cumpleaños y algunas tartas.

Nos vemos muy pronto

sábado, 8 de septiembre de 2012

Fiesta de cumpleaños de Cenicienta.

¡¡Ayy, por fin llegó el dia después!! Creí que no iba a llegar nunca, o al menos que yo no lo iba a ver, que iba a perecer por el camino... pero no, al final he conseguido sobrevivir. Como diría mi madre "ya se sabe, mala hierba nunca muere, jajaja".

Pues eso, que después de mucho pelear, llegó el dia del cumple de mi niña mayor, y al final todo salió estupendamente, aunque la verdad es que durante la preparación, ha habido momentos críticos, ¡¡¡tremendamente críticos!!!

Primero elegir el tema de la tarta, cosa que hicimos entre las dos, de mutuo acuerdo, tras revisar unas cuantas princesas y hadas de las que más le gustan. Eso fue lo más fácil. Y como la idea de la tarta elegida ya estaba clara, y las figuras las fuí haciendo con antelación, para que secaran bien.

Luego planificar lo que iba a poner de comida, teniendo en cuenta que los peques no comen mucho, salvo de las chucherias, y que tendría que preparar algunas cosas con tiempo, porque la tarta hay que dejarla para los últimos dias.

También habia que preparar la decoración de la mesa y del lugar acorde con la temática, así que a hacer pompones a go-go , que quedan muy "princesiles" y a buscar fuentes, lazos y demás cosas para decorar según lo deseado.

En el último momento, hubo un contratiempo, que en esta zona es bastante habitual; se levantón un viento de levante considerable, con lo que no pudimos montar la mesa en la terraza, como habíamos previsto, así que montamos dentro todo el sarao.

El resultado final de la mesa aquí lo tenéis.



Yo creo que quedó mono ¿no? Y a pesar de la sobredosis de rosa, no ha quedado demasiado cursi, solo lo justo, jejeje.

Los detalles de la mesa,




Yo tenía mis dudas con algunas cosas, ¡pero si véis con que velocidad se lo comieron todo.!

Como detalle para los invitados, hicimos unas galletas con el mismo tema que la tarta, el vestido de Cenicienta (siiii, es de Cenicienta, pero no el que lleva al baile, sino el que le hacen las ratoncitas y le destrozan las malvadas hermanastras)




Y por último, pero no menos importante, la tarta, de mango y piña. La verdad es que ha sido muuuuucho trabajo, pero ha merecido la pena. A la cumpleañera le encantó, y a los demás también, así que todo genial.

Como siempre, esperamos que os guste mucho, por lo menos tanto como a nosotros.
Nos vemos prontito.