Nosotros empezamos el mes con mucho trabajo, y uno de los encargos ha sido precisamente una trata maleta para una mamá viajera.
Nos pidieron una tarta no muy grande, y con un aire coqueto, así que nos decidimos por una maleta redonda, que resulta más femenina.
Teníamos poco sitio y muchos destinos, ¿solución? hicimos un batiburrillo de ciudades y banderas
La tarta era de bizcocho de chocolate y crema de vainilla y toffee, aunque no tenemos fotos del corte, como es normal.
También hemos tenido dos cumpleaños de dos peques en la familia... bueno, peques que ya no son tan peques, ¡snif!
Para mi niña mayor, a la que aún le gustan las hadas y princesas, una tarta de Lily, la princesa hada. No sé si conocéis esos libros, son una preciosidad, a las niñas les chiflan, con tantos dibujos, colores y purpurinas. ¡Y siempre traen algún regalo sorpresa!
Además fomentan valores como la amistad, la generosidad y el trabajo en equipo, que en los tiempos que corren, no viene mal.
Así que nos pusimos manos a la obra, y con más valor que el Alcoyano hicimos una Lili de fondant, con la rana Carlos, las ratoncitas Tip y Tap y el cerdito Pupsi, sus amigos inseparables. (Aiinnsssss, la pobre Lily sufrió una mputación de brazo antes de llegar a la mesa, y yo con las prisas, no me di ni cuenta)
Y para terminar esta semana agotadora, una de Hollywood... no, no me fui al cine, más quisiera yo. La última tarta la quería Carlos inspirada en Hollywood, y dicho y hecho.
Sacamos unas cuantas fotos familiares en papel de azúcar, y unas estrellitas por aquí, una claqueta por allá, ¡voila!
El bizcocho era de red velvet con crema de queso.
Y hoy por fin, un merecido dia de descanso, así que sin más historias, nos despedimos hasta otro dia. ¡¡Ciao!!
